No comprendo cómo tras el poco tiempo que hace de su restauración, pueden vérseles claras fisuras en el rostro, sobre todo ¡una que le cruza por completo el lado izquierdo!
Por favor, asistimos a intervenciones caprichosas que en nada eran necesarias, como el desafortunado repolicromado de la Concepción del Silencio... y nadie hace nada para preservar quizás a la joya más valiosa de nuestro patrimonio cofrade. Además, el ojo izquierdo parece haber perdido el iris... ¿o es un efecto fotográfico?
En fin, lamentable el estado en que se encuentra el simulacro más perfecto, admirable y sevillano de Nuestra Madre.
Está estupenda, únicamente llama la atención la grieta situada en el lado izquierdo del rostro, pero no se trata de nada grave como para practicar una intervención de urgencia. En cuanto a lo del ojo... no es ningún secreto que la Virgen de la Amargura no mira hacia el frente sino hacia la derecha. Tan sencillo como eso.
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Qué elegancia tiene esta Dolorosa. No le hace falta nada.
ResponderEliminarCiertamente, desde cualquier ángulo se puede palpar el dolor.
ResponderEliminarsaludos
Antonio
No comprendo cómo tras el poco tiempo que hace de su restauración, pueden vérseles claras fisuras en el rostro, sobre todo ¡una que le cruza por completo el lado izquierdo!
ResponderEliminarPor favor, asistimos a intervenciones caprichosas que en nada eran necesarias, como el desafortunado repolicromado de la Concepción del Silencio... y nadie hace nada para preservar quizás a la joya más valiosa de nuestro patrimonio cofrade. Además, el ojo izquierdo parece haber perdido el iris... ¿o es un efecto fotográfico?
En fin, lamentable el estado en que se encuentra
el simulacro más perfecto, admirable y sevillano de Nuestra Madre.
Hermanos, haced algo ya, antes de que sea tarde.
Está estupenda, únicamente llama la atención la grieta situada en el lado izquierdo del rostro, pero no se trata de nada grave como para practicar una intervención de urgencia.
ResponderEliminarEn cuanto a lo del ojo... no es ningún secreto que la Virgen de la Amargura no mira hacia el frente sino hacia la derecha. Tan sencillo como eso.